miércoles, 25 de abril de 2007

Vida sin dolor

Roberto es una de las pocas personas en el mundo que sufre una enfermedad genética conocida como CIPA o “insensibilidad congénita al dolor”

si se golpeara con la cabeza
contra una pared, o se partiera un brazo por la mitad, seguiría jugando
tan normal. Es incapaz de sentir dolor.

Si no los vigilan de cerca,
los niños se automutilan a la menor ocasión. A Roberto tuvieron que
sacarle todos los dientes de leche porque se arrancaba trozos de su
propia lengua. También se ha dañado las manos y le tienen que alimentar
a través de un tubo estomacal. Al no distinguir entre frío y calor, una
comida demasiado caliente le podría abrasar.

Interesante artículo de tío taun en el siguiente enlace



LA VIDA SIN DOLOR , El Verdadero Infierno

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias amigo por linkearme, no sabia de tu blog, muy intgeresante.
saludos

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