Policía municipal : te vas a cagar

 

Aquel chico llegó a la obra recomendado por un encargado, mal encarao y desagradable, que lo colocó en una subcontrata que le debía algún que otro favor.

 

Después de un mes sin novedades al encargado le dieron otro destino y el recomendado empezó a desfasar. Al principio fueron intentos de trapichear metadona con lo que se descubrió como yonqui, al poco tiempo empezó a emborracharse y hacer cosas raras.

Tan pronto te lo encontrabas en un corte de carreteras bailando como tocando la flauta con la media luna que derrapando con el coche por las vías de servicio. En las sobremesas de las comidas lo descubríamos volviendo los ojos y poniendo caras raras. No pasó desapercibido para nadie, el de seguridad intentó hacerle ver que no podía consentirle trabajar en ese estado, el próximo día que te vea así daré parte de tí.

Después de la reprimenda cogió el coche y fué a pillar cerveza a la gasolinera, en el trayecto adelanto a un coche al que estuvo a punto, en una brusca maniobra, de sacarlo de la carretera. El conductor del coche lo siguió hasta la obra y le recriminó su actitud y su comportamiento en el adelantamiento. El gallego, borracho y con restos de polvo marrón pegados a la nariz le vaciló y se puso chulillo.

En ese momento el conductor metió la mano en el bolsillo del pantalón y sacó una placa gritando con voz fuerte y amenazadora:

Policía municipal de Tudela " te vas a cagar "

 

Y valla si se cagó, se le cortó el vacile y se echó a llorar como un niño apelando a la clemencia del enfurecido municipal. Después de avisar a la guardia Civil y que esta comprobase el estado del peón lo llevaron esposado Tudela.

Y es que cuando un municipal se enfada impone mucho,  o ¿no?