sábado, 24 de abril de 2010

Fin de jornada

Después de una larga jornada de viaje, cenaba en un pequeño y cutre restaurante francés.
 Sentados en una sucia mesa dentro de una pequeña habitación poco iluminada estábamos un rollizo camionero austriaco, un holandés de cara picada y largo cabello blanco, un bajito camarero calvo y su madre, una anciana menudita y encorvada que hablaba en susurros.
 Colgaba en la pared una gran pantalla de televisión, daba la impresión de ser mucho mas valiosa que el edificio entero.
Después de cenar sopa fría, enbutido francés, bistec con puré de patatas, queso y postre; los tres camioneros de paises y lenguas distintas reíamos al unísono ante los gags de una película. La anciana se sentó a mi lado con una cajita de medicinas y el camarero (su hijo) también se unió y allí estuvimos los cinco disfrutando del sencillo placer de unas carcajadas al final del día.

La película era Mr Been de vacaciones, genial :)




2 comentarios:

Silvia_D dijo...

La carretera, es solitaria y las risas, un idioma internacional, que une... una genial manera de acabar la jornada.
Todo eso te cenaste? jajajaja Vas a tener pesadillas, vampiro :P
Muy bien relatado, me ha encantado.
Besos, niño guapo :)

Magala dijo...

Cuando el espíritu comunica por si mismo no necesita de palabras...

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